lunes, 22 de octubre de 2007

Tragedia en la X Región

Lo primero que debo señalar es que como padre siento un profundo dolor por los hechos ocurridos en el centro Tiempo de Crecer de Pto. Montt, luego como funcionario y dirigente gremial de este servicio, indignación por la tozudez de quienes diseñaron y mal interpretaron una ley que suponía cubrir las necesidades reales de nuestros usuarios, usuarias y las profundas complejidades que conlleva el trabajar con personas a las cuales intentamos y ponemos todo nuestro esfuerzo y profesionalismo para “reinsertar” en la sociedad, sociedad que parece no tener espacio para ellos, ellos a los cuales debemos “rehabilitar” cuando ni siquiera han sido habilitados.

Siendo las 12:25 de este Lunes (anoche) mi teléfono comenzó a sonar, al contestar el sonido ensordecedor de sirenas, gente que corría de un lado para otro y el silencio de la persona que me llamaba me indicaban que algo malo estaba pasando, luego la voz de una persona contaba hasta 10 de uno en uno, hacía evidente el hecho de que estaba en plena labor de reanimación (el conteo correspondía a un masaje cardiaco). Filomena Rebolledo, presidenta provincial afuse era quien llamaba, estaba junto a un paramédico que daba primeros auxilios, mas tarde me di cuenta que en ese momento ella estaba subiendo a la ambulancia con uno de los jóvenes de esta tragedia; en eso la comunicación se cortó, pasaron 2 o 3 minutos y volvimos a comunicarnos, mientras ella hacia todos los esfuerzos más allá de humanamente posible por recuperar al joven, trataba de contarme que había ocurrido un motín y que la situación era realmente muy compleja, me pedía además que me comunicara con el resto de los dirigentes provinciales para que asistieran las otras áreas de este problema ya que le preocupaba mucho que el centro estuviera sin su presencia. Mas tarde y en comunicación directa con la X región me fui enterando de la fatal noticia y sus pormenores. Eran 8 jóvenes los que habían fallecido producto de la inhalación de humo en aquel motín. Por ahora prefiero no referirme a los pormenores y el cómo sucedieron los hechos, pues evidentemente serán los peritajes correspondientes a las investigaciones y la declaración de los funcionarios y funcionarias a los que les correspondió vivir esta lamentable situación los encargados de esclarecer los hechos y posibles responsabilidades; pero desde ya digo que por la comunicación que tuve con la X región, los esfuerzos coordinados y todo cuanto esta asociación ha hecho y denunciado, estoy claro que se realizaron los esfuerzos más allá de humanamente posible, aun a riesgo de la propia vida, para que esta situación no ocurriera y menos aun con los horrorosos costos que hoy nos enluta, llena de tristeza y provoca un dolor que desgarra nuestros corazones. A las familias de estos jóvenes nuestro apoyo, y ojalá algún día puedan entender y sentir que para quienes trabajamos cerca de estos jóvenes; no son simplemente jóvenes, son nuestros jóvenes, no son simplemente un ser, son nuestra razón de ser y no son simplemente hijos, son nuestros hijos, por que ese es el cariño que les profesamos y el dolor de perderlos es sincero, profundo y desolador.

Alfonso Herrera V.
2° director nacional
AFUSE.